En raras ocasiones, puede suceder que le pidamos a un donante que también done linfocitos para prevenir o tratar una recaída del paciente. El procedimiento es el mismo que para la donación de células madre periféricas, pero sin los cinco días previos de tratamiento con G-CSF.
Los linfocitos se forman en la médula ósea y son un subgrupo de glóbulos blancos, entre los que se cuentan las células T y las células asesinas naturales (células NK), responsables de combatir los patógenos y matar las células cancerígenas.
Si se administran por infusión a un paciente después de un trasplante de células madre, los linfocitos pueden reconocer las células leucémicas y destruirlas. Además, las células T específicas del virus pueden prevenir algunas de las infecciones potencialmente mortales que pueden ocurrir después de que un paciente ha sido trasplantado con células madre.
Si te pedimos una donación de linfocitos, estaremos solicitando tu ayuda por segunda vez. Le darás un gran regalo a una persona con cáncer de sangre que necesita desesperadamente de tu ayuda una vez más, y nos gustaría agradecerte desde ya por tu apoyo desinteresado. Como siempre, cuando se trata de donar linfocitos, la salud de nuestros donantes es nuestra máxima prioridad.
Los linfocitos generalmente se donan en la misma clínica de recolección que las células madre. Y al igual que con tu donación de células madre, nuestro equipo trabajará en estrecha colaboración contigo y será responsable de toda la gestión. Si tienes alguna pregunta sobre la donación de linfocitos, estaremos encantados de responderla en cualquier momento.