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DKMS y Clínica Dávila se unen para aumentar el acceso a trasplante de células madre sanguíneas

Natacha viajó desde su casa en Lota hasta la Clínica Dávila en Santiago para donar células madre sanguíneas a una persona con cáncer de sangre. Se trata de la primera vez que el centro de salud realiza este procedimiento con un donante no emparentado, todo un hito para DKMS y el acceso a trasplante.

Cuando Natacha Garcés (26) llegó a la Clínica Dávila un día de diciembre, antes de las siete de la mañana ya estaba todo listo para recibirla: un fotógrafo, los papeles que debía firmar y la cama en la que estaría sentada durante tres horas y media, mientras su sangre sería filtrada para obtener células madre sanguíneas.

Tanta expectación no era sólo porque ayudaría a un paciente con cáncer de sangre, sino porque era la primera vez que el centro de salud realizaba este procedimiento con un donante no emparentado, sumándose a los tres que ya colaboran con DKMS: FALP, Clínica Santa María y Hospital Clínico UC Christus.

“Las expectativas eran altas por lo complejo de estos procesos. Durante varios meses se trabajaron, por una parte, los aspectos clínicos, gestión de paciente, implementación con banco de sangre y, por otra, lo administrativo. Las expectativas fueron creciendo, pero al mismo tiempo confiados en que el trabajo en equipo e interdisciplinario iba a cumplirlas”, explica el Dr. Nicolás Rojas, Coordinador de Trasplantes de Clínica Dávila.

“Era un día especial para todo el equipo, lo esperamos con ansias. Estábamos nerviosos pero muy contentos porque el trabajo que habíamos hecho por meses al fin lo íbamos a concretar y poner en marcha”, recuerda Lorena Cerda, coordinadora médica de DKMS.

Natacha Garcés, donante DKMS en Clínica Dávila

Sentimientos que también compartió Natacha al entender el hito. “Me gustó la dedicación de todos, que fue de mucho cariño. Estaban emocionados y me trataban casi como una ídola por lo que estaba haciendo. Se notaba el esfuerzo y lo lindo del gesto. Médicos que ni siquiera estaban encargados de la donación se acercaron a preguntarme cosas”, recuerda.

La donación de Natacha

Natacha es asistente de laboratorio en Bioforest, un centro de investigación forestal en el que trabaja con las plantitas desde cero: recibe las semillas, revisa sus brotes, las multiplica y las ve crecer hasta que se van con raíces. Ese mismo cuidado observó durante su proceso desde que supo que era compatible con un paciente con cáncer de sangre. “Es el cariño y la dedicación que uno tiene que tener para ser donador”, dice.

Su vínculo con DKMS comenzó cuando estudiaba Química Ambiental en la Universidad Católica de la Santísima Concepción y se registró en un stand de la Fundación. Los años pasaron y, a fines de 2022, resultó compatible con un paciente. “Una persona necesitaba una donación de células madre sanguíneas y me preguntaron si es que yo seguía dispuesta. Dije que sí y me contaron cómo sería el proceso”.

Natacha Garcés, donante DKMS en Clínica Dávila

De Lota a Concepción viajó en auto y después en avión a Santiago junto a su mamá. “Estaba muy orgullosa de que con su crianza yo hiciera estas acciones por ayudar a los demás de forma desinteresada”, describe sobre una acción que podría salvar la vida de una niña de entre 4 y 7 años de Latinoamérica. “Me dieron ganas de llorar cuando supe para quién eran mis células. Es muy chiquitita y saber que puede tener otra oportunidad para que sus papás la vean crecer, se siente bonito”, cuenta.

DKMS y Clínica Dávila

El hito se produce en medio de grandes logros para DKMS Chile. Como Natacha, más de 170 mil personas se han registrado como potenciales donantes de células madre sanguíneas y, de ellas, más de 200 han donado. Todo en menos de cinco años desde que la Fundación llegó al país.

“La cantidad de requerimientos que estamos recibiendo desde todo el mundo sigue aumentando y los centros de recolección también tienen su límite. Sumar un nuevo centro de recolección como la clínica nos entrega nuevas energías, visiones e ideas que podemos trabajar en pro de nuestros donantes y pacientes”, afirma Lorena sobre el impacto de esta alianza.

Natacha Garcés, donante DKMS en Clínica Dávila

“DKMS es una organización global y al trabajar juntos nuestra clínica se abre al mundo. En la medida que más centros logren ofrecer esta técnica, más pacientes en el mundo podrán acceder a una posibilidad de cura de su cáncer. Esto debe ir de la mano de la disponibilidad de donantes, por lo que no debemos bajar los brazos en invitar a la gente a que se inscriba en el registro”, apunta el Dr. Rojas.

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