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¿Quiénes son los Hermanos de Sangre?

Hermanos de Sangre DKMS

Los Hermanos de Sangre pueden no ser parte de la misma familia. Los Hermanos de Sangre pueden vivir al otro lado del mundo o ser vecinos sin saberlo. Incluso, los Hermanos de Sangre pueden no tener el mismo grupo sanguíneo, pero sí una compatibilidad genética tan especial que permite que un donante le salve la vida a un paciente con cáncer de sangre.

Un Hermano de Sangre puede ser cualquier persona entre los 18 y 55 años, que un día vio una campaña en la tele o visitó un stand de DKMS y decidió salvar una vida. Tú puedes ser el Hermano de Sangre de una persona con cáncer, cuando su única opción es un trasplante de células madre sanguíneas.

Regístrate como potencial donante en DKMS y nosotros te llamaremos si alguna vez resultas compatible con algún paciente. Sólo debes hacer click en el botón REGÍSTRATE de más arriba y rellenar el formulario. Un kit con tres cotonitos llegará a tu casa para que completes el proceso. Es vital que lo devuelvas, ya que sólo así se te convertirás en un potencial donante.

Encuentros de Hermanos de Sangre

Salvar a tu Hermano de Sangre es difícil, pero no imposible. Y conocerlo a veces toma un poco más de tiempo, pero cuando finalmente ocurre, es mágico y las sensaciones son indescriptibles. Revisa los encuentros entre nuestros #HermanosDeSangre que se han realizado durante nuestros cuatro años en Chile y conoce las historias contadas por sus protagonistas.

Juanpi y Tatjana (2018)

A sus 11 meses, Juan Patricio Carreño fue diagnosticado con leucemia y, durante su tratamiento, presentó una recaída. Su única opción fue un trasplante de células madre sanguíneas de un donante compatible. Los médicos iniciaron la búsqueda hasta encontrarlo: una mujer alemana de 22 años. Sano y sonriente, a sus cinco años el pequeño junto a su madre, Magadalena Herrera, conocieron a Tatjana Tröger.

Daniella y Samuel (2018)

Samuel Nerlich considera a Daniella Melelli su hermanita y eso mismo le dijo en 2018, cuando la sorprendió en el set de un canal de televisión tras viajar desde Frankfurt, Alemania. Dos años antes, él la había salvado de su aplasia medular, enfermedad que también enfrentó cuando sólo era una niña de nueve años.

Ignacio y Josie (2019)

A 10 años de su trasplante, Ignacio Marín todavía se refiere a Josie como una segunda madre, pero el término correcto sería Hermana de Sangre. Ella resultó compatible con él cuando nadie más lo hizo y lo salvó de la leucemia mieloide crónica con que había sido diagnosticado. Desde Zimbabue, ella viajó hasta Chile para conocerlo.

Sofía y Eduardo (2021)

En menos de cinco años, Sofía Galindo enfrentó dos diagnósticos: primero leucemia linfoblástica y luego, en su año de remisión, leucemia mieloide. Su mamá, Valentina Poza, siempre estuvo a su lado, acompañándola entre Arauco y Santiago. Sin embargo, ella no era compatible. En 2019 encontraron al donante indicado, pero nunca imaginaron que Eduardo estaría tan cerca de ellas y él nunca pensó que durante la pandemia las podría conocer.

José Miguel y César (2022)

2018 fue el año en que las vidas de José Miguel y César comenzarían a entrelazarse. Tras sentirse mal, decaído y sin ánimo, el primero fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda. El segundo, tras haber vivido la experiencia de una hija con cáncer -hoy ya de alta-, se registró en DKMS como potencial donante. Aunque ambos vivían en la Región de Los Lagos, ninguno de los dos se conocía. Algo que cambió en 2022, cuando Pepe se enteró quién era el hombre que salvó su vida.


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